En el Ártico, una cría de oso polar llevó una lata enganchada en la boca durante al menos dos semanas, lo que le impidió comer. El animal encontró la lata en un barril de basura que iba a ser retirado. La lata era de leche condensada y el osezno, guiado por el olor, habría intentado lamer el interior. Para quitarle la lata, los guardas tuvieron que sedar tanto al cachorro como a su madre. Al final todo terminó bien, unas horas más tarde los osos ya caminaban sobre la nieve.
La basura que dejamos abandonada en la Naturaleza supone un gran riesgo para los animales y su hábitat.
Estos casos nos recuerdan la importancia de la gestión de los residuos. Debemos generar menos residuos, evitar los almacenamientos de basura incontrolados y lograr una mayor tasa de recogida selectiva y reciclaje.
Osos polares. Fuente: bioenciclopedia. |
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