El huracán Katrina comenzó como una tormenta en el Atlántico
en 2005, tocó tierra en Florida como un huracán de categoría 1 y avanzó
rápidamente hacia el norte fortaleciéndose para convertirse en un huracán de
máxima categoría sobre Nueva Orleans, una ciudad situada por debajo del nivel
del mar. Se trata de un riesgo climático y meteorológico.
Las consecuencias fueron devastadoras: tuvo efectos
económicos, ambientales, sociales… Ha sido el huracán más devastador de los últimos
años. Resultó que la capacidad de
prevenir fenómenos como este en la ciudad de Nueva Orleans fue mínima ya que más
del 30% de la ciudad vivía por debajo del umbral de la pobreza y los diques de
contención estaban construidos con materiales de baja calidad.
No se tomaron las medidas preventivas necesarias
para minimizar los daños. El Servicio Meteorológico Nacional emitió un boletín
avisando de la predicción del huracán y se dio la orden de evacuación. Una gran
cantidad de población no tenía medios para salir de la ciudad por su situación
económica. Conociendo esta situación de pobreza, las autoridades debieron haber
puesto medios suficientes para evacuar a esta gran parte de la población y
evitar así pérdidas humanas.
Por otra parte, las medidas estructurales de prevención no
eran adecuadas. Una parte importante de las inundaciones de la ciudad fue
causada por múltiples fallos de los muros de contención ya que estaban
construidos con materiales de baja calidad. Esto es intolerable en una ciudad
que está por debajo del nivel del mar y en una zona de frecuentes huracanes.
Los muros debían ser lo suficientemente resistentes y estar diseñados para
proteger a toda una zona.
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